Piel luminosa y radiante con limpiezas faciales hechas en casa

Es tu carta de presentación y la parte de tu cuerpo que más se expone a daños ambientales (contaminación, radiación solar) o propios de la edad (envejecimiento, o incluso la grasa que genera nuestra propia piel). Todo esto, sumado al estrés o la mala alimentación, termina siendo la peor combinación para mantener fresca y saludable esa parte tan importante de tu apariencia: tu rostro.

Puntos negros, poros tapados, brillos y sequedad se convierten en el pan de cada día cuando no tomas las precauciones necesarias. Porque ¡atención!, limpiarte la cara y sacarte el maquillaje todas las noches está lejos de ser suficiente para eliminar las impurezas.

Los expertos recomiendan limpiar el cutis al menos dos veces al día: al despertar y antes de acostarnos. Porque, mientras la noche es para eliminar la acumulación de smog, maquillaje, transpiración y toxinas que nos invaden durante la jornada, todas las mañanas necesitas eliminar el sebo que la piel produce durante el sueño.

No darte el tiempo para estas rutinas, mantiene sucios los poros y bloquea el efecto de cualquier crema nutritiva o sustancia antiarrugas. Y si tu piel es grasa o con tendencia al acné, ¡con mayor razón tienes que darte el tiempo!

¿Cómo diseñar la mejor rutina de limpieza? Es más fácil de lo que crees: lo primero es comenzar con una crema o gel limpiador y continuar con un tónico equilibrante. Y no dejes de lavar tu rostro si hiciste deporte o estuviste un largo rato en la calle. Para esto, jabón y crema hidratante serán tus mejores aliados. Eso sí, no uses jabón corriente más de una vez al día, ya que contiene químicos que pueden ser agresivos con tu piel. Reemplázalo con variedades naturales (miel, aloe o avena) o incluso agua de avena (dos cucharadas disueltas en un vaso de agua). Otro consejo muy importante: exfóliate una vez a la semana para eliminar células muertas e impurezas.

Y si prefieres usar productos naturales, toma nota de estos ingredientes sanos y fáciles de conseguir:

• 1 cucharada de avena granulada

• ½ cucharada de azúcar

• 2 cucharadas de avena en copos

• 1 Yogurt natural

Sólo debes mezclar todos estos ingredientes hasta formar una pasta, la que podrás aplicarte sobre tu piel masajeándote circularmente sobre ella.

Con todo lo anterior, déjate además en manos expertas con una limpieza de cutis profesional cada tres o cuatro meses –ojalá coincidiendo con cada cambio de estación- que incluya desmaquillado, exfoliación, extracción manual, tónicos y cremas puede volverse una excelente forma de restauración, hidratación y equilibrio para tu piel.

No te descuides y mantén tu rostro en el mejor estado, sintiéndote y viéndote bien.

Fuentes

marie-claire.es

enfemenino.com

mejorconsalud.com