Cuida a tus pequeños de los riesgos del sol

En pleno verano, es fundamental proteger a nuestros hijos de las insolaciones producidas por los temidos rayos UV. ¿Sabes cuáles son los cuidados básicos para evitar daños a la piel o los ojos? Aquí, una serie de recomendaciones al respecto.
Es muy importante, además de protegerse, proteger a nuestros hijos desde pequeños de los rayos del sol. Sobre todo cuando acechan en cualquier parte: en plena calle, en el patio de la casa, en la piscina o en la playa.

 

Recuerda que bastan apenas 15 minutos para que una piel desprotegida sufra las consecuencias de los rayos UV. Los cuidados de la piel deben ser previos a exponerse, en especial cuando se trata de niños. Sigue esta serie de consejos y haz que disfruten el verano sin riesgos.

 

Protector solar, siempre. No sólo en la playa o en la piscina. Elígelo con al menos 50 FPS, que proteja contra rayos UVA y UVB, y aplícalo antes de salir de la casa cubriendo todas las zonas del cuerpo de tu hijo que se expondrán al sol: cara, cuello, brazos, piernas.  Vuelve a aplicarlo cada 2 o 3 horas y siempre que salga del agua o haga ejercicio. Elige protectores hipoalergénicos y aptos para niños, según lo indiquen sus envases. Y recuerda que los días nublados no son excepción: las nubes no bloquean los rayos UV, sólo los filtran.

 

Elige bien la ropa. Si bien las altas temperaturas no son amigas de la ropa de manga larga o los pantalones largos, siempre puedes preferir los tejidos cerrados, pero livianos. Hay prendas que informan de su factor de protección ultravioleta; revisarlo antes de comprar es muy buena idea. Los sombreros son perfectos protegiendo rostro y cabeza, pero con los jockeys debes tener cuidado extra con orejas y cuello; no dejes de cubrirlos con protector solar. Y si tienes un bebé, una sombrilla o una manta de algodón fino lo protegerá sin acalorarlo en exceso.

 

Ojo con los ojos. No sólo se trata de la piel. Los ojos también son blanco de la radiación UV. Por eso, nunca compres lentes de sol para tus hijos en la calle; hazlo sólo en ópticas establecidas. Antes de escogerlos, asegúrate que tengan protección UV, ya que hay muchos que, aún siendo muy oscuros, no la tienen. Pruébatelos y, si ves que el lente deforma la imagen o te produce mareos, no son de buena calidad. También deben proteger ambos lados del rostro además de los ojos.

 

Si mi hijo ya se expuso al sol, ¿qué hago? ¡Estás a tiempo de protegerlo! Llévalo a un lugar más fresco, con sombra y dale una bebida fría que lo hidrate. En caso de una quemadura, un baño de agua tibia con un limpiador suave, crema o producto con aloe lo ayudará. Pero si se trata de una quemadura muy grande o que forme ampollas, es mejor que consultes a tu pediatra de inmediato.
 
Fuentes
serpadres.com
cdc.gov
serpadres.taconeras.net








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