La música: tu mejor aliada para un bebé sano y feliz

Existen pocas estrategias más efectivas que una canción de cuna para calmar o dormir a un bebé. Está comprobado que una pieza musical provoca emociones más intensas en un niño pequeño que en un adulto. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué tipos de música podemos usar para darles bienestar a nuestros retoños?
La música tiene muchos poderes, desde su capacidad de transmitir ideas y sentimientos, hasta darnos energía y variar nuestro estado de ánimo: es capaz de relajarnos o alterarnos según su ritmo y estilo. Para los más pequeños, estos efectos aumentan, dado que su cerebro aún está en crecimiento y se adapta mejor a los cambios.
 
Durante años, múltiples investigaciones se han dedicado a comprobar lo que muchas madres sabían por intuición: la música, en especial la clásica, tiene efectos relajantes y que favorecen el aprendizaje y las funciones cerebrales en niños y bebés. A la vez, potencia su creatividad y les entrega diversión y ocio. ¿Hay mejor receta para hacerlos sentir bien?
 
Estos estudios no sólo le dieron base científica a los beneficios de la música en los niños, sino que plantean que, desde las primeras semanas de gestación, un feto puede emocionarse y reaccionar a una melodía de forma tan intensa como un adulto. Desde el quinto mes ya es capaz de reconocer la voz de su madre, de quienes lo rodean y los sonidos del ambiente, además de sentirse calmado con música tranquila y agitado con música estridente. Y en los últimos tres meses del embarazo, el niño ya puede recordar sonidos y reaccionar ante estímulos sonoros.
 
Es por esto que la exposición musical prenatal es el primer paso para crear el vínculo entre hijo y música que lo beneficiará toda la vida.
 
Si lo que buscas es reducir la ansiedad y el estrés de tu bebé, lo recomendable es hacerlo escuchar música relajante o clásica. Es la que en mayor medida disminuye la cantidad de cortisol –hormona que produce el estrés- y estimula la producción de endorfinas –sustancias que producen bienestar-. Ideal para hacerlos dormir mejor y mantenerlos relajados. Se recomiendan canciones de letras simples que inviten al contacto físico, al balanceo y a pequeños bailes, que incluyan onomatopeyas y que tengan estructura sencilla y corta duración.
 
Según estudios, un bebé expuesto a la música experimenta cambios fisiológicos, que benefician su actividad cerebral, digestión y sistema inmunológico. También, los ritmos y letras le ayudan a aprender a hablar, e incluso facilitan el aprendizaje de idiomas. Y como la música es puro sentimiento, les refuerza la capacidad de generar vínculos afectivos, haciéndolos más sensibles y capaces de entender y expresar emociones. Del mismo modo, es una gran terapia para la ansiedad, el estrés y los problemas de sueño, mejora la concentración, el autocontrol y fomenta habilidades intelectuales como memoria, razonamiento y creatividad. Lo más impresionante es que –está comprobado- todos estos efectos aumentan cuando se trata de música clásica.
 
¿Qué es el “efecto Mozart”?
Muy popular en los años 90, el “efecto Mozart” fue la comprobación de una sospecha de investigadores que expusieron a personas a las melodías compuestas por Wolfgang Amadeus Mozart y otros 55 compositores clásicos, midiendo sus respuestas cerebrales. La conclusión es potente: las obras del austríaco tienen una cantidad de pulsaciones por minuto que estimulan zonas del hemisferio derecho del cerebro (donde están las funciones espacio-temporales), además de instrumentos con frecuencias altas, melodías con sonidos puros y armónicos, métricas, tonos y timbres capaces de activar nuestras neuronas.
 
De hecho, las investigaciones comprobaron que la Sonata para Dos Pianos en Re Mayor (conocida como K448) y los Conciertos para Violín 3 y 4 agrupan más de estas características, lo que las hace perfectas para estimular a tu bebé.
 
Como estas reacciones se dan de forma más intensa en niños y bebés, es clave exponer a la música a un niño desde sus primeros meses de vida o incluso durante la gestación. Se trata de un regalo que les entregará efectos presentes y a futuro.
 
¿Usas la música para estimular a tu bebé?
 
Fuentes:
Hola
Conmishijos
Bebesymas








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