Ármale a tus hijos una fiesta de cumpleaños inolvidable
Un cumpleaños lleno de torta, juegos, música y amigos es un sueño para los más pequeños. Y, aunque muchas veces las mamás nos estresamos planificándolo, lo cierto es que hacer del evento una experiencia única puede ser más fácil de lo que crees. ¡Mira estos tips!
El día más esperado del año para los niños es, sin duda, su cumpleaños. Y ya sabemos todo lo que no puede faltar para una tarde llena de emoción: invitados, torta, cosas para picar, juegos, piñata, música, globos, decoración… La lista es larga y no siempre el presupuesto y el tiempo acompañan, pero queremos sorprender con algo nuevo, único e inolvidable. Por eso, te presentamos esta serie de buenas ideas. ¡A celebrar!
Define un tema: los niños adoran los cumpleaños temáticos, con serpentinas, manteles, platos y vasos de su personaje animado, juguete o club de fútbol favorito. También puedes ir más allá y escoger un tema general que le guste mucho al festejado: deportes, personajes de terror, dinosaurios… Las opciones son infinitas y siempre podrás encontrar objetos entretenidos para decorar. Y recuerda que la fiesta de disfraces siempre es una buena opción.
Los invitados: sabemos que éste siempre es un tema complejo, porque si el espacio es pequeño no se puede invitar a todos. Lo primero que debes tener en cuenta es que la fiesta es para tu hijo, no para tus amigos. Lo mejor es que el propio cumpleañero sea quien decida a quien invitar, definiendo un número máximo para que la fiesta no se salga de las manos. Si es pequeño, su profesora puede ayudarte contándote con qué niños juega o conversa más. Si aún no va al colegio o jardín, puedes invitar a familiares y amigos con hijos de edad parecida. Será una gran oportunidad para permitirle socializar.
Las invitaciones: puedes comprar invitaciones ya hechas, pero es más entretenido confeccionarlas tú misma junto con tu hijo. Sólo necesitas cartulina, lápices, tijeras y muchas fotos impresas del tema que le apasione, para pegar encima. No olvides incluir mail y teléfono por si los otros papás necesitan comunicarse contigo.
La comida: aquí puedes innovar con todo tipo de presentaciones. También es una excelente excusa para involucrar a tu hijo y enseñarle a hacer sándwiches o la torta, habilidades que sin duda le servirán en su crecimiento.
El lugar: mientras tu hijo sea pequeño, lo mejor es hacer el cumpleaños en casa, donde puedes organizarles juegos simples y poner más atención en sus cuidados. Luego de los cuatro años podrás pensar en un lugar especial: parques de diversiones, zoológicos o al aire libre. Si prefieres que la fiesta sea en casa, dale un toque especial contratando algún servicio de cuentacuentos, títeres, magos o inflables.
La decoración: no es necesario que te compliques. Con pocos elementos (globos, banderines, guirnaldas) puedes convertir cualquier lugar de la casa en un escenario de cumpleaños fascinante. Eso sí, te recomendamos sacar los objetos más delicados para no lamentar destrozos y dejar espacio para que los invitados puedan jugar y correr. Un buen tip es forrar la parte inferior de las paredes con papel blanco y crear un dibujo colectivo encima, con el tema del cumpleaños u otro que le apasione a tu hijo. Con esto los mantendrás compartiendo y entretenidos por largo rato.
La piñata: también puedes confeccionarla tú misma: en internet existen varios tutoriales de piñatas caseras. Y además de los dulces, no olvides agregar pequeños juguetes como figuritas de personajes o autitos. Los niños los adoran.
Los juegos: esto exigirá un poco más de trabajo de tu parte. Los más chicos necesitan actividades dirigidas por los grandes (cuentacuentos, manualidades). Pero a partir de los cuatro años puedes hacerlos jugar a los clásicos: la silla musical, la gallina ciega o el pañuelito. Alternar juegos más exigentes con otros más tranquilos, y más físicos con más intelectuales, hará de la tarde una montaña rusa de diversión. No olvides música y premios (para ganadores y perdedores).
Y si quieres algo absolutamente novedoso que haga que el cumpleaños de tu hijo pase a ser leyenda, te proponemos lo siguiente: una entretenida Mini Feria, con puestos (cajas cubiertas con manteles) atendidos por los más grandes y billetes falsos o tickets para que los invitados los canjeen por juegos tradicionales: huevo y cuchara, tiro al bote, carrera de sacos, metegol, bingo, piñata… ¡los clásicos siempre funcionan! Y en la entrada, un cartel con una foto de tu hijo junto con la leyenda: “Bienvenidos a la Mini Feria de…”. No vas a olvidar sus caras de sorpresa.
